Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

sábado, 30 de junio de 2012

¿ Justino o Nicolás ?

El email que recibí de Javier refiriéndose al autor del poema "el gheto gitano", esta claro que es el mismo al que yo he bautizado como Justino pero que  allá por los 70 llamaban Nicolás.
Estoy hecha un lío, para mí Nicolás es el autor de prosa y no el autor de poemas,  porque en  un relato encontré escrito el nombre de Nicolás y en los poemas leí con dificultad el nombre de Justino.
Y... Ahora resulta que quien  me dice que conocía a Justino Macías Maeso, a quien en realidad conocía era a Nicolás.
Las grafologías son diferentes, el vocabulario  es muy dispar y la personalidad de los escritos no pueden ser mas antagónicos.
Le he enviado un mensaje a Javier para que me cuente algo más, para que me envíe la fotografía con mi compromiso de no publicarla, quiero saber como era ese joven que escribía poemas en servilletas, posavasos o dondequiera que tuviera a mano, quiero saber con quien se relacionaba, si era  retraído o arrogante, a que se dedicaba, si efectivamente era un poeta al uso de la época, a la generación de 1968 , si los sucesos que se producen en Francia y en otros países del mundo en aquellos tiempos  influyeron en su poesia, si le ayudaron los novísimos como Leopoldo Maria Panero, Manuel Vazquez Montalbán, Vicente Molina Foix y otros tantos.
Todos ellos habían nacido después de la Guerra civil, entre 1939 y 1948, coinciden con nuestro misterioso poeta en  el gusto por lo decadente, ignorando la tradición Literaria Española, también coinciden en su interés por el lenguaje y esa atención por la estética en sus poemas les hace ser unas veces radicales  y otras  audaces, llegando  a ser incluso algo barrocos.
Transcribo un poema de Justino o Nicolás como prueba de ello.


 Agrestes latitudes, hábitat inhabitable,
inevitable circunloquio,
la efímera presencia de tí,

tu áureo reflejo de la cortina de mi iris
la imagen que imagino,
mi interminable cuerpo,
mi vida aquí,
yo.
                           Febrero /76







viernes, 29 de junio de 2012

¡ Por fin ! . El gheto gitano.


¡Por fin!, por fin he recibido el email con la comprobación de la caligrafía de Justino Macías Maeso y ¡agárrense! la persona que me escribió porque creía conocer al autor de los poemas que estaban en la carpeta de Notas para nada, cree que es la misma persona. Me ha escaneado el posavasos del que hablaba y, ¡¡ES LA MISMA GRAFOLOGÍA!!.
Me parece sorprendente la coincidencia, no me lo puedo creer, es casi ficción pero aquí lo tengo, los trazos de la escritura son idénticos, es cuidadoso y planifica la forma de plasmar su caligrafía en el papel, no están escritos con pluma estilográfica como en el posavasos que yo encontré pero no hay duda es la misma persona.
Para evitar confusiones cambiare el tipo de letra.
Este mensaje me abre puertas para seguir indagando

 Copio y pego el email tal como la he recibido .


Hola Rosa.En primer lugar gracias por mandarme un poema con la letra de Justino.Bien, la he estado cotejando con alguno de los poemas que yo tengo y a mi me parece que es de la misma persona. Le adjunto uno de dichos poemas para que usted misma saque sus conclusiones.Si coincide conmigo que es la misma persona le puedo mandar una foto en la que aparece él.Es de una noche de un concierto que hubo en el pub que yo trabajaba y que estábamos varios colegas, mi novia de entonces, hoy mi mujer y él. Pero claro si se la mando es con su compromiso de que no la publique en la red, porque afecta a la intimidad de otras personas, entre ellas la de esta persona, que usted llama Justino, pero que por aquí le llamábamos Nicolás. Bueno, le adjunto el poema y espero su respuesta.
Un saludo.Javier.
P.D. El poema que le adjunto, no me importa que lo publique, si usted quiere.

 
     EL GHETO GITANO.

     En profunda amargura se recrea
     la fresca lozanía de una peca
     y al surgir
    - altivo, que no quedo -
    el veneno que enerva sus tacones
                                                        repica
    y en su amargor
                                                       explica
    el rudo rugir que la corroe.
                                                                         Nicolás 1976.



jueves, 28 de junio de 2012

La lucha de Sara Molina


El email sobre Justino Macias Maeso sigue sin llegar.
Hoy volveremos con Sara Molina y sus cartas desesperadas, en una de ellas hace mención a su edad, 18 años, una mujer muy joven para albergar tanta angustia y desespero.
Escribe desde la alegría y las ganas de vivir, desde la desesperanza, desde la soledad, y desde la frustración en la lucha por vivir.
En esta carpeta de NOTAS PARA NADA todos o casi todos los escritos tienen cierto halo pesimista y seguramente ese sea el motivo por el que tiraron todos estos documentos al contenedor.


Algo se nos ha roto.
Quizás eso que durante dos años he intentado conseguir por todos los medios, después de tanto esfuerzo, llantos y risas...
Después de seguir existiendo a su lado creo que no tengo nada, que los esfuerzos una vez más fueron inútiles, y me siento vacía...
Esos deseos de lucha, esos deseos de cambiarlo todo, de romper la monotonía y acabar con el aire, están sobre el suelo de mi palacio que ya no brilla, día a día se ha oscurecido.
En mis malos momentos siempre me acompañaste
cada uno de vosotros de una forma y cuando a ratos tuve felicidad también recordé que vivíais
para mi felicidad no puedo expresarla en un papel ni en una letras.
La poseo tan pocas veces...
El tiempo me esta comiendo, noches de pesadillas, imágenes que quieren abrumarme, fantasmas a mi alrededor que me dicen que lo deje todo y no puedo, no quiero irme aún, no deseo hacer el viaje ahora.

lunes, 25 de junio de 2012

Otra de Gustavo


Sigo esperando la respuesta del email de la persona que cree conocer a Justino, ya le he mandado un poema escaneado para que compruebe la caligrafía, sé que solo han pasado un par de días pero se están haciendo eternos.
Hoy continuamos con los manuscritos de Nicolás que nos relatan las aventuras de Gustavo y como aclare anteriormente los folios no están en orden ni numerados por lo que es casi imposible adivinar la secuencia .



 Otra de Gustavo


Alguna vez tendría que hacerlo - ¡ que carajo ! - pensaba en voz alta Gustavo en la catedral de S. Patricio.
Ciertamente Gustavo estaba enamorado de Candice, era la encarnación de toda la dulzura y la serenidad que siempre habría necesitado.
La madrugada del 17 de Abril, Gustavo despertó arrecido en un lugar totalmente desconocido para él. La cabeza la tenia tan pesada como habitualmente a esas horas, consecuencia de todo el alcohol ingerido, por ello no le sorprendió, ni tan siquiera estar perdido en algo que parecía un bosque. Lo que le llamó la atención fue un pañuelo de seda verde que llevaba en su cuello.
-¿ Qué mierda es esto ?-
Siempre había odiado los pañuelos al cuello y ahora tenía él uno, y además de un color de lo más femenino. Su primer impulso fue quitárselo, pero se detuvo, finalmente reaccionó, lo prendió fuego. ¡ lo que me faltaba, que ahora me pusiera con sensiblerías!-. Después se puso a llorar, ahora lo recordaba, aquel pañuelo era de Candice, ya no volvería a verla más, en aquel pañuelo había escrito la noche anterior la dirección de aquella mujer de la pierna escayolada que se había encontrado pidiendo limosna a la puerta de su casa. Gustavo al verla se volvió loco, aquellos ojos, aquella mirada tan serena y tan limpia, pidiendo una limosna a treinta metros de donde le esperaban aquella camada de estúpidos, hambrientos de placer, con su lujuria y su lascivia mal disimulada bajo aquella capa de intelectuales. Aquella pléyade de arrogantes imbéciles que se pasaban el día elucubrando con teorías marxistas y existencialistas, que adoraban a Lenin y a Sartre, ¡y aquella dulzura de mujer con toda la paz y el amor del mundo en sus ojos, en sus sencillos ojos, que no eran negros, ni verdes, ni azules, que eran vulgarmente castaños !
Gustavo la rogó que esperase, después penetró en su lujoso habitáculo, fue discretamente a la sala de caza, cogió su escopeta, súper de repetición, cargó los quince cartuchos, salió al salón, y la emprendió a balazos, CERDOS, CERDOS, CERDOS, gritaba mientras disparaba.


sábado, 23 de junio de 2012

A mon Amour


Espero impaciente la respuesta al email que envíe ayer con la caligrafía de Justino Macías Maeso y confío que se trate del mismo hombre al que se refiere la persona que tan amablemente se puso en comunicación conmigo. Reconozco que estoy intranquila esperando su respuesta.
Transcribo un poema, un poema de amor que titula "A mon amour" seguramente dedicado a la mujer que ese día ocupaba su corazón.


" A mon Amour"

 
Esperas sentada, el correo de la historia
de tu historia,
de tu vida.
Nunca has querido contarme casi nada
de ese telegrama mágico que esperas.
Y sin embargo,
yo lo intuyo.
Has querido, atarme con tu hilo de seda
a tus ojeras de larga espera,
y no has podido.
Me has intuido- y confundido -
en noches de crápula,
orgía
y borrachera,
y siempre has esperado el correo de tu alma,
y has vivido
-sin embargo-
conmigo, tu vida.
Sé que has dudado
de los dos como dos,
pero también sé
que he conseguido
- al despertarte -
que llores
por mí.
Y al fin, ya ves,
medio ciego y taciturno,
estoy aquí.

jueves, 21 de junio de 2012

Email


La entrada de hoy no es para seguir descubriendo a los enigmáticos autores que escribieron en la carpeta marrón que encontré en el contenedor de papel hace más de mes y medio sino para contar que alguien se ha puesto en contacto conmigo a través del correo electrónico para decirme que trabajaba a finales de los setenta en un pub .¡¡OJALÁ!!
Copio y pego el email.



  Rosa, he encontrado su blog de "Notas para nada" por casualidad y tengo una curiosidad que puede ser simplemente una casualidad o a lo mejor le ayuda a usted en su tarea de descifrar el enigma de esa carpeta que se ha encontrado.Me explico, yo estuve de camarero a finales de los setenta en un bar de copas y música que frecuentaba un tío que escribía poesías y conservo alguna de ellas curiosamente en el reverso de un posavasos  igual que el que usted reproduce con nombre de "Habana". Quisiera pedirle que por correo privado me mandase escaneado el tipo de letra para yo ver si coincide con la que yo tengo. De ser así estaríamos hablando de la misma persona... ¡qué casualidad! Si fuese así yo podría darle información acerca del autor.Espero que me remita lo que le pido.Gracias anticipadas.
Un saludo. Javier.

miércoles, 20 de junio de 2012

La soledad de Sara Molina


He leído, releído y vuelto a leer las cartas de Sara Molina y su desesperación me desorienta, en todas ellas manifiesta claramente que es consciente de su dependencia, de su vinculación con el mundo de los estupefacientes, de su deseo de alejarse de ese mundo que la destroza pero, en ninguna de ellas pide ayuda, quiere salir sola y si embargo comparte con la o él destinatario de las cartas su lucha, su desesperación.
¿por qué no reclama auxilio y únicamente se limita a estampar sus reflexiones y sensaciones en el papel?




 
" A nadie te pareces desde que yo te amo"

Cuatro días llorando, ya no me queda ni una lágrima, tengo mas claras las ideas, me aturde esta tranquilidad provocada, me llora el alma y...ya no existen lágrimas.
A veces cuando despierto después de las sofocantes noches, creo salir del gran túnel y deseo andar, deseo tocar mi cuerpo y saber que estoy viva, que siento, que aún no he perdido todos mis encantos, mis sentimientos.
Todos sentimos, todos hemos amado pero ¿ cuántos de nuestra especie hemos deseado la muerte?, me queda el estado morboso, esa tranquilidad que me confunde.
_ ALBINONI _
Estoy oyendo, y quiero continuar, tengo miedo, miedo al fracaso, miedo a mi propia destrucción que estos días he visto tan acentuada.
Ya no puedo dejar de notar en mi nuca una invasión que me tira que me anula la vista.
Ya no puedo abandonarlo todo
ha salido el sol,
he visto la luna y debo buscar el placer en las pequeñas cosas de cada día.
Debo buscar algo más fuerte que yo, un convencimiento para seguir luchando.
Siempre hablo de lucha y ¿ cuántas veces he conseguido algo?
Siempre hablo de mí. Perdona.
Esta crisis no puedo superarla y quiero, de verdad que quiero, pero es la misma que la de hace meses, es la misma quizás que hace años y ya es hora de que deje las cosas hechas para no volver a poseerlas, odio el llamarte y llorar, odio el tener que recurrir a alguien pero, nunca fui fuerte,
la fortaleza se consigue con fracasos y aún debo haber tenido pocos.
Son las seis de la tarde y estoy aún atontada.
Son las seis de al tarde y yo no me lavo la cara.
Son las seis de la tarde y he conseguido sonreír, es para ti me risa, para ti que tanto te debo, para ti que te añoro.

domingo, 17 de junio de 2012

Continuamos con Gustavo


Nicolás, Nicolás, creo que voy conociéndote un poco más a través de tus relatos, por tu forma de escribir debiste leer a Joyce, Wolf, Fulkner incluso a Hemingway, sin embargo creo que tu ascendiente más próximo es nuestro amado Gabriel García Márquez con sus “Cien años de soledad”, “El coronel no tiene quien le escriba“ y “Los funerales de la Mama Grande”, Está más que clara su influencia, ese realismo mágico y fantástico que rodea la obra de García Márquez se vislumbra en la historia disparatada de "Gustavo”.



Gustavo

La frigidez adusta de la tarde se hallaba totalmente enmarcada en el viejo caserón decimonónico de Gustavo. En su decadencia cotidiana, el ocaso crepuscular del estío se hacía insoportable. Millones de filtros inimaginables, parecían tener existencia en todos los planos que circundaban la no menos adusta y decadente mansión.
Acaso no merecía la pena moverse del sillón para salir – como cada día – a espantar los fatuos olores de tristeza que, aullaban ansiosos alrededor, con la esperanza furtiva de roer y carcomer el poco ánimo que aún le quedaba a Gustavo. Salió.
Descendiente de viejas y entroncadas familias, con escudos heráldicos de indescriptibles símbolos, cuya antigüedad se remontaba a la época de los Hititas, totalmente falso como es evidente, pero sus ignorantes amigos apenas hacían preguntas y escuchaban ensimismados los largos y prolijos monólogos que en madrugadas de crápula narraba la turbia y atrofiada lengua de Gustavo.
Gustavo era el símbolo de un imperio, de un imperio que albergaba una semideruida mansión, con sus alrededores que no alcanzaban una hectárea. Pero su valor radiaba en las zonas limítrofes.
Esta pequeña propiedad, que no valdría ni el sueldo de un obrero medio, estaba situada en la más fértil vega, adquiría una cotización desmesurada al hallarse a la altura del número 257 de la 5ª Avenida de New York. -Su padre muerto tras conseguirlo, había empleado toda su fortuna obtenida durante dieciséis años con un buque ballenero en las costas de Terracota,  trece con excavaciones petrolíferas en  California, y once con negocios varios desde minas de diamantes en Sudáfrica hasta fabricación de tapones de corcho para abastecer la demanda de la Borgoña francesa para el embotellamiento de vinos –Se sentó placenteramente con su sombrero de vagabundo, y su más impecable frac, en el porche de la puerta, cerró los ojos, esbozo una sonrisa, vomitó sangre, mierda y bilis, con el último espasmo se quitó el sombrero y brindando a la concurrencia, murió. Había conseguido dar la nota pendenciera, con la destrucción de tres grandes edificios que allí se hallaba entre ellos una joyería, que pese a estar en ruinas aún la conservaba su dueño por el trémulo fulgor de la gloria que presencio en 1933, cuando Marlene Dietrich, compró una sortija de platino, con el símbolo a modo de hélice de Euskadi para regalárselo a un sobrino suyo de descendencia Vasconia,- que no se entere nadie, por favor, y aún le quedaba al joyero la esperanza de que de un momento a otro su joyería fuera el abastecedor de la élite de la farándula, y lo cierto es que desde ese año tan sólo vio a Ernest Borgnine observar su escaparate con aire de camuflarse de alguien; y tanto sacrificio pensó, que ahora se veía compensado con vomitar sangre, a todos los neoyorquinos, portorriqueños y demás basura que le miraban con ojos atónitos, pero que hubieran preferidos estar ciegos y no mirar ni siquiera con ojos de rana por poseer aquella mansión, que ahora Gustavo habitaba, y que la gente se sorprendía y se preguntaba que hacia aquel  engendro de hombre todos los atardeceres con una escoba, dando golpes alrededor de la casa, sin que hubiera ninguna víctima tangible y  no comprendieron porque un diecisiete de mayo construyó un foso alrededor de la casa con una excavadora amarilla como  la pus que tenía en sus ojos de tanto alcohol, visualmente cada tarde, alrededor de la verja que cada día estaba pintada de un color y nadie vio un pintor nunca pese hacerse pasar por sereno para espiar día y noche, y no comprendían que el padre había mandado traer de Brasil a dos mil camaleones y los había arrancado al piel y había forrado la verja con su dermis, y los pigmentos de estos volvían paranoicos a todos los curiosos, porque aquella valla parecía un caleidoscopio, y menos aún comprendieron que hacía una madrugada un camión con forma de acuario gigante con cocodrilos dentro, porque los cristales eran transparentes  vieron aterrados como el foso circundante, se llenaba de agua y de saurios y todos pensaron en H. P. Lovecraft, y lo que nunca sabrían sería el truco de los lagartos y los cristales de aumento el camión……

sábado, 16 de junio de 2012

El cojo


Queriendo saber más sobre Justino Macias Maeso nuestro enigmático poeta he indagado sobre sus apellidos en varias páginas y Googleando he descubierto que en facebook hay una chica que responde al nombre de Jeanet Macías Maeso pero la página esta en indonesio y sospecho que es pura casualidad la coincidencia.  
Por lo que respecta a la procedencia y la abundancia de apellidos por provincia de residencia según el Instituto Nacional de Estadística he podido averiguar que con el Macías de primer lugar hay 34.710 personas y están bastante repartidas, Cádiz a la cabeza con 4.120 seguido por Sevilla con 3.745, Madrid, Málaga y Barcelona.
Y respecto al apellido Maeso me ha sorprendido que no es muy común ya que sólo 3.532 personas lo tienen las provincias en la que se encuentran son Madrid con 807, Barcelona con 260 seguidas de Ciudad Real Valencia y Valladolid. 
Como no quiero aburrir con datos, os comento las conclusiones a las que he llegado, el padre de Justino debió haber nacido en el sur, Málaga Sevilla o Cádiz y por el contrario la madre debe tener origen madrileño.



        Un hombre que camina 
        apoyado en su bastón
        y luce apenas barba,
        me mira.

        Tiene en la cuenca
        de sus ojos
        toda la miseria del mundo.

        y yo le quiero.

        Tiene hambre
        y pide
        cabizbajo y con vergüenza
        pan.

        Lleva escondido en su bolsillo
        una pistola,
        me mira.

        Se acerca, - ya está aquí -
        la ramera de la historia
        y fuma.

        - Deme fuego, por favor...-
        y frota contra sí
        las nalgas enfundadas
        en el panty rosa pálido.

        El cojo me mira.

        Otra vez.

        Y la lumia, vulpeja,
        matrona del mundo
        que siempre
        encuentras,
        se vuelve de espaldas y
        camina

        hasta siempre
        hasta nunca,
        esperándote,
        ¡como siempre!
        en una esquina.

        Y tú, que estás
        harto de
        las tapias,
        que te pasas media vida en
        los rincones,

        sonríes.

        El cojo ha disparado,
        borracho
        contra ti.

domingo, 10 de junio de 2012

Sara Molina


Solamente he trascrito dos cartas de Sara Molina, y creo que es el momento de seguir descubriendo cómo esta mujer fue capaz de escribir cartas tan llenas de amargura y desespero.
En sus anteriores cartas, habla de soledad, desesperación pero hay algo que me ha encandilado y es que habla de su incorporación al mundo de las drogas, creo que, es motivo más que suficiente para toda la angustia y aflicción que expone en ellas. 
La imagino una mujer joven, culta, amante del arte y enamorada.
Sé que las cartas están dirigidas a alguien de su entera confianza, que conoce su vida y que es alguien próximo ya que, menciona a la persona que ama y  que el destinatario seguro conoce, aunque nunca revela su nombre.



Quiero sólo llegar a plasmar lo que tengo dentro.
No deseo fama ni dinero,
tan sólo pido limpiar mi mente y empezar de nuevo.
Otra vez, si, siempre es empezar.
Pero debo cortar con todo este mundo en el que me metí, por mí.
Un mundo al que odio a la vez que me gusta.
Creo haber llegado con él a las sensaciones que creí perdidas,
pero esto no es válido,
no es válido meterse en la mayor droga para notar colores,
no es válido para escribir las frases que salen de dentro por su efecto,
estoy anulada y este un refugio
¿ para cuánto tiempo ?
Debo volver a mi estado normal
no me sentiré útil hasta entonces.

jueves, 7 de junio de 2012

Pidiendo ayuda





Mi intención con este blog es compartir  los escritos que encontré, no tengo destreza en este universo de Internet y  es mi primera incursión en el  mundo de los blogs, sé que alguien lo lee y os agradecería que comentarais sobre los autores de los escritos, para así entre todos poder hacernos una idea de quienes son o fueron,  a veces me bloqueo y deseo devolver la carpeta al contenedor.

miércoles, 6 de junio de 2012

Gustavo.


 Tengo dudas, he intentado ordenar todo el material de la carpeta porque cuando la encontré estaban todas las hojas revueltas ,-los poemas, las cartas, los relatos incluso creo no haber mencionado la existencia de algunos dibujos infantiles- he separado los escritos por caligrafías y en los de Nicolás la letra se degrada según avanza hasta hacerse prácticamente ilegible, cada uno de sus relatos tiene una trama diferente, sabe crear la atmósfera idónea en cada momento, escribe las historias rápidamente y con fluidez, no tacha ni corrige y sospecho que la velocidad de su inventiva es bastante superior a la de su escritura.
En lo que preveo pueden ser apuntes de una posible novela narra historias de un mismo personaje "Gustavo".



Gustavo.

 
Una mañana, Gustavo, sintió que se moría, apenas nada le dolía, y sin embargo sabía de su fin próximo, pensó en su amada Leticia y halló la clave. Su Leticia del alma le había abandonado, no acertaba a comprender por qué, no podía explicarse nada, su Leticia del alma, su único amor, su gran amor, la única mujer que le había vuelto loco hasta límites insospechados, aquella mujer adorable con quien soñaba cada segundo, se había ido. No pudo soportarlo, se levantó estrepitosamente de su viejo camastro, golpeó su cabeza contra la pared, arañó su rostro, rompió un cenicero de alabastro con los dientes y después lo deglutió trozo a trozo, se puso amarillo, como los ojos de los neoyorquinos que tan acostumbrado estaba a ver, gritó, lloró, se roció con gasolina, se prendió fuego, paso 15 días al borde de la muerte con quemaduras gravísimas, se recuperó, y no podía olvidar a su amada Leticia, a su amor, a su niñita, y lloró en largas noches, consumió todo el alcohol de su bodega, bebía el vinagre, la lejía, se emborrachaba aspirando el aroma de la goma arábiga. No podía más. Aquello era una locura, era delirio. Sí, sí, le habían matado a su dios, al único dios en que creía, y ahora le dejaba abandonado a su suerte.
 Llevaba treinta y siete días sin dormir. Un día, por fin, reaccionó.
      ¡ A la mierda Leticia y su rollo! Gritó, lo publicó en toda la prensa, empapeló toda la ciudad de N.Y con gigantescos carteles con esa inscripción:
 
A LA MIERDA LETICIA Y SU ROLLO

 
Prendió fuego a su caserón, construyó la más majestuosa mansión que pueda concebir el hombre, contrato a los mejores arquitectos, decoradores, escultores y pintores. Trajo mármol de Carrara, compró todas las reservas de oro, se afeitó su barba, cortó sus cabellos, y se rodeó de las mujeres más bellas del mundo, hizo el amor cada día con diez diferentes, contrató a los mejores economistas, monopolizó el mercado nacional de todas las grandes industrias, hizo quebrar a los cinco bancos más potentes, y la bolsa sufrió un bajón que aún ahora treinta años después, no se ha recuperado.
Gustavo vivió largo tiempo de crápula y orgía, su casa fue el centro de las más estupendas bacanales, y sin embargo Gustavo no era feliz.
A la mierda la felicidad. ¿Qué es la felicidad? No lo sé, y no quiero saberlo, se respondía.

Nada vale la pena, mejor, nadie vale la pena.

Gustavo recordó sus años de amor dedicados a Leticia, su entrega era total, su lucha por ella, y la muy puta, desaparece. Lo que nunca sabría Gustavo sería la otra cara de la moneda, nunca sabría de los dolores y la agonía de Leticia, de su amada Leticia, nunca sabría que ella le adoraba, que no podía vivir sin él, que él era su dios, que no podía bajarlo del pedestal, que ella no podía vivir con un hombre que no era humano sino divino, que un día ella le había sido infiel por ponerse a su altura, porque quería hacer el amor con un hombre, y no con un dios.
 
Gustavo nunca supo nada más de ella, de su infelicidad, de su vida mediocre y ordinaria, de sus largas noches pensando en él. Gustavo nunca supo más de Leticia. Quedó en su memoria como algo oscuro, a veces un recuerdo agradable y otras aborrecible. Leticia se perdió en el fango de las noches turbulentas de Gustavo.

martes, 5 de junio de 2012

A un amigo


Hoy volvemos a los poemas de Justino Maeso, un poco por comodidad personal ya que tiene una caligrafía más legible que los otros.
He preguntado via mail a varios calígrafos. Les he enviado textos escaneados y casi todos coinciden en sus informes.
 En el caso de Justino, siempre según la grafología, utiliza la lógica para elaborar sus razonamientos y posee una gran capacidad de síntesis, aunque los sentimientos interfieren a menudo en su proceso mental. Es reflexivo y decidido en la toma de decisiones, es vehemente, apasionado, controla sus afectos, pero puede volverse celoso y absorbente si pierde el control.



 
A un Amigo.
 
  
                                                                                
Como único tributo de quien quisiera decirte muchas cosas y no puede.
 
                  
                Cuando -casi- rozas la
                    Dura barrera
                De tu límite,
                              Te revuelves con dientes 
               de jabalí acorralado,

                               Y a los duros cazadores
                  de loden verde paja
         escupes.

 
        Te echan la jauría en
        forma de sutiles
        tentaciones,
        cual cantos de sirena
        a Ulises, a ti.

 
        A ti, que has hecho
              la historia de la historia,
              que has sido
       actor–espectador,
       de éste bodrio
       irrenunciable
      que atrapa como
      red de araña pegajosa.

 
      A ti, que has cantado
      tangos en
      silencio,

    - que las nieves del tiempo
      platearon tu sien-

 
     A ti, que has parido
     hijos, hombres, fieras,
    que ahora te devoran

 
     A tí, hombre, niño,
    duro, tierno,
    amante, amado,
    infatigable filósofo
    de la nada, han querido venderte
    tu compra.

 
    Y te resistes y
    es difícil,
   - yo lo entiendo-
    no caer
   en las tibias manos
   del sistema.

 
    Pero por favor,
    ¡no lo hagas!
    estás marcado
    tu estigma
    es tu pasado