Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

domingo, 28 de octubre de 2012

Mis libros, tus cosas



Perdidos en este pueblo amorfo, que bien pudiera
ser de cualquier lugar,
pasamos este frio invierno.
Con tus dibujos y mis pinturas,
nuestra música,
el brasero,
Wilma y Eduardo a veces simpaticos
a veces odiosos,
mis libros,
tus cosas,
mis copas, mis camisas, mis turbias paranoias.
La esperanza de un hijo que no llega,
no sabemos si queremos engendrarlo,
no sabemos si queremos concebirlo,el miedo nos asusta y nos ahoga.
Nostálgicos,
indecisos,
cuerdos,
locos,
-que mas da-
estamos aquí,
la mirada limpia.
y eso es lo importante.

Diciembre 78

martes, 16 de octubre de 2012

Guión radiofónico



 Lo que transcribo a continuación en una especie de guión radiofónico, es el único que hay en la carpeta de notas para nada, está incompleto pero quiero que seáis participes de todo el contenido de esta misteriosa carpeta.

 

 

(Locutor con voz cáustica)

Voz en OFF.- En este siglo histérico y neurótico, donde se conjuga la música de Pink Floyd y mi drama rural, todo es posible.

La historia que contamos, aglutina –porque así es la vida de fantástica- personajes y situaciones que tienen mucho de esperpéntico, y mas aún de contradictorios. Esta crónica-relato rezuma incoherencia cartesiana.

El hombre es uno, él, y casi siempre inconsecuente, pues arrastra en pos de sí la angustia.

- (Comienza a sonar muy bajo y desde lejos, MELODÍA, opus 68, 1ª parte de Shumann, interpretada solamente al piano, sin acompañamiento orquestal)

- (Levantando la voz el locutor)

¡Ah, la angustia! Ese cosquilleo insoportable, ese ansia indomable de nada,

- (la música se irá acercando y subiendo el volumen a medida que la melodía se suaviza, el locutor endurece su voz, produciendo un “in crescendo” en paralelo hasta el final del párrafo);

Esa asquerosa situación en al que el cuerpo se te revela, el tedio, todas las frustraciones juntas en una milésima de segundo, la aspiración, no tienes aire, no puedes respirar, la saliva, la saliva en tu garganta,

- (leyendo cada vez mas rápido)

el picor en tu cuello, en tu nuca,

-(música alta)

Vuelta a empezar, la noria, la paranoia

- Para la música, cinco segundos de silencio

Voz 1.- Miguel…Miguel (llamando)

- pasos a lo lejos correteando.

Hijo mío, por qué no acudes cuando te llamo.

-SILENCIO

¿Y por qué no me contestas cuando te pregunto?

Miguel.- Madre, ¿Qué es un suicidio?

Voz 1 ¿Qué?

SILENCIO

Voz1.-¿Por qué me preguntas eso? ¿Dónde has aprendido esa palabra?

Miguel.-¿El abuelo se suicidó? ¿Qué quiere decir se suicidó?

-se acercan pasos sigilosos.

JA; JA; JA. Risa estruendosa. Desagradable.

Voz 2.- Yo te lo explicaré todo Miguel.

Voz 1.- ( interrumpiendo a voz 2, con voz histérica)

¡Vete al infierno! ¡Estúpido!

-(le golpea con los puños cerrados, en el pecho a la vez que repite, Estúpido, Estúpido)

-Se repiten las risas de la voz 2 con más intensidad.

-Entra música, la misma del principio, se funden risas, golpes, gritos, y la música.

OFF.- Miguel tenía entonces siete años. Era el año 1932. Por vez primera habló del suicidio.

Cincuenta años más tarde, con el áspero contacto de la cuerda en su garganta, en aquella madrugada de primavera, recordó con lágrimas en los ojos el día que preguntó a su madre por el suicidio del abuelo.

Voz 1.- Miguel, estás guapísimo hoy.

Miguel.- Madre, todos los cumpleaños me dices lo mismo, y luego los niños de la calle se ríen de mí. Dicen que tengo unas orejas grandes y que soy bajito.

Voz 1.- (Acercándose a Miguel) hijo mío, tú eres el niño más precioso del mundo.

lunes, 8 de octubre de 2012

Mon petite amour

Hoy quiero dedicar esta entrada al poema que a continuación os transcribo, es uno de los últimos de aún quedan en la carpeta, esta carpeta que se debería llamar "carpeta viajera" en lugar de "notas para nada", porque habrá pocos manuscritos sin editar que hayan sido tan traídos y llevados, los he fotografiado, los he leído y releído hasta casi poder recitarlos de memoria, me han acompañado en mis viajes, han dormido conmigo, e incluso han tomado algún café que otro a mi lado, e incluso he recreado el momento en que encontré la carpeta, en fin...
El poema de hoy es un poema que Nicolás según me contó en la última de las dos conversaciones que he mantenido con él, es un poema que escribió mirando a su hija mientras dormía, era un bebé, y se refiere a ella como su "princesa".







Lo escribió en 1980, y en el poema no utiliza metáforas, ni palabras usadas, como ya sabemos es un amante del tango porque lo menciona en otros poemas y en este hace un guiño utilizando alguna expresión argentina, el poema es de fácil lectura con un lenguaje coloquial, lleno de sentimiento y recuerdos de un vida pasada en la que ya intuía a su petite amour.



.
Mon petite amour

Siempre estuve pensando en ti,
y ahora duermes sola,
de noche
y aburrida.
Sin pensar que un día
dormimos juntos, al alba.
Yo te estaba haciendo
a ti cada segundo,
cuando cantaba tangos en
la vieja taberna gallega
cuando lloraba en una acera,
cuando fuimos juntos
-¿recordás?-
a buscar hormigas
en la noche,
cuando bebía leche con David,
-mi amigo el alemán,
que daba sangre
para comprarse
un bocadillo-

Cuando tocaba la guitarra,
mi guitarra,
tu guitarra.
¿recordás, princesa?
Algún día, que más da, ¡tendré que explicarte tantas cosas!
Tú no podías ser la excepción,
de tantas mujeres que
he querido en la sombra,
porque eres hembra, hija,
carne, ojos,
-¡ah los ojos, esos ojos!-
Porque eres egoísta, y
yo orgulloso,
mi princesa, mi amor,
mi pequeño amor.

lunes, 1 de octubre de 2012

El viaje

Tengo una especie de presentimiento, una sensación extraña, la intuición me dice que toda esta historia de la carpeta de "notas para nada" esta llegando a su fin, Nicolás no ha vuelto a comunicarse conmigo, la ultima vez que hablamos fue cuando le pedí que me dijera donde quería que le enviara sus manuscritos ya que era justo que fuera él el que los guardara, también le pedí que me remitiera algún otro poema o cuento que tuviera en su poder para seguir compartiéndolos. No hay respuesta y...yo no me atrevo a seguir presionando.
  A continuación os transcribo otro relato incompleto, no sé si pertenece a Nicolás, esta escrito a maquina sobre un papel amarillento.






Decidió pasar unos días en Santander. Lo decidió de forma súbita, interrumpiendo, sin venir a cuento, la media hora larga que llevaba pensando en su trabajo. No le gustaba lo que hacia, pero tampoco sabia que quería hacer. Estaba mas 
triste que nunca, con esa tristeza que da la insatisfacción, que es una mezcla de angustia y de ganas de llorar. Se sirvió la tercera Beefeater con Coca-cola, empezaba a pensar en la impresionante resaca que tendrá mañana, sabia que después de que se le calentaba la boca era imparable. En fin, se dispuso para una de tantas noches tediosas a la que ya estaba acostumbrada. Puso a Lou Reed, saco de su bolsa un pequeño espejo y comenzó la lenta ceremonia de hacerse una raya de coca. Nerón se acercó y Sonia tembló, mas de dos veces la había desparramado la coca con la costumbre que tenia de soplar encima de la mesa.
-¡Quieto Nerón, a tu sitio!
El cachorro de boxer obedeció, no sin antes propinarla dos lametones en sus muslos.
Con la cuarta copa y la esnifada comenzó a sentirse bien, le había desaparecido la angustia y tenia una gran claridad mental. No esperaría a mañana, esta misma noche saldría de viaje. Se había terminado el disco y puso el Beck-Ola, un viejo disco con portada de Magritte, que le había dejado Carlos en un guateque de fin de año del 71 O 72 y nunca se lo devolvió. Se puso la quinta copa, pensó que le vendría bien la coca-cola si pensaba viajar toda la noche. Fue a su dormitorio y comenzó a hacer la maleta, hoy estamos a martes y volveré el viernes, o sea ropa para cuatro días. Fue a hojear el periódico, Santander estaba con Sur, hace calor, un chubasquero también, después del Sur siempre llueve. Terminó de hacer el breve equipaje y se fue a grabar en el contestador automático.
-Vuelvo el viernes, vendré tarde, no me llaméis hasta el sábado. Si utilizáis el apartamento no me puteéis mucho.
Pensó que debería cambiar la llave de la cerradura, eran por lo menos catorce las copias que tenia repartidas...