Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

miércoles, 30 de enero de 2013

Ojalá que estuvieras aquí.

Los poemas de Nicolás siguen llegando a cuenta gotas, últimamente son escasos los correos con su nombre en la bandeja de entrada pero mi alegría sigue siendo la misma cuando veo su nombre en la pantalla del ordenador.
Llevaba días esperando y ¡por fin! tengo algo que transcribir.
Espero que os llegue, no es un poema como al que nos tiene acostumbrados, es una especie de carta, algo así como una despedida.

Transcribo.

Decir hasta mañana
sabiendo que es hasta nunca
y borrarte de mi vida
sabiendo que me quieres
es la mayor estupidez que he cometido, pero amarte en silencio cada día
y echarte de menos cada noche
es el precio de mi corbardía.
¿Cuanto tiempo voy a aguantar este dolor
y cuantas vidas voy a vivir sin ti?
Te echo de menos y ojalá que estuvieras aquí.

                                                                 Nicolás.

domingo, 20 de enero de 2013

Esto es...un cuento chino.

Esto es,...un cuento chino.

Tai-chi, joven inquieto de Shangai era hijo, -es hijo porque aún vive- de un viejo comerciante que ejercía su noble actividad en la esquina de las calles Dragón Rojo y Río Azul.
Tai-Chi aprendió el oficio de su padre que le inculcaba los trucos y triquiñuelas propias de un mercader avezado como él. Tai-Piao, (ese es el nombre del padre) comerciaba con esponjas marinas y rojos corales que arrancaba a las entrañas del mar en las noches de luna llena. Después, cada mañana, con los ojos hinchados de agua y su enjuto cuerpo arañado por los arrecifes, abría su tienda. Los viejos vecinos del barrio servían de guias a entusiastas compradores que llegados del otro confín de la China, buscaban afanosos la esponja marina y el rojo coral de Tai-Piao.
Tai-Chi, crecía discreto en un tibio rincón de la tienda, y escuchaba atento las historias de sabios clientes llegados de las montañas sagradas y lejanos lugares que nunca llego a conocer. Tai-Chi aprendía.
Una noche, de luna llena, padre e hijo bucearon buscando los secretos del mar, perpetuando la vieja costumbre de hacer el relevo generacional cundo el hijo cumplía quince años. Según la tradición, Tai-Chi debería abrir aquella mañana la tienda, engalanarse con sus mejores túnicas y obsequiar a los clientes con un dulce pastel hecho de miel y arroz. Pero, Tai-Piao, no le dejó. Recordó con dolor sus quince años, el día que su padre le cedió el duro cuchillo de mango de plata, como simbolo de testigo en el relevo. Y recordó, que al día siguiente su padre murió. Y no quiso dejar que Tai-Chi abriera la tienda aquel dia, ni mañana, ni nunca.
Hoy, en la esquina de las calles Dragón Rojo y Río Azul, los turistas hacen un alto en su ajetreo por la cuidad, tomando perritos calientes y Hamburguesas, bajo un llamativo toldo con el rótulo: TAI-CHI BURGUER.

Nicolás

viernes, 18 de enero de 2013

He perdido el manual

 Mi poeta y digo "mi" porque es propio, exclusivo y privativo, porque fantaseo que solo yo soy el fin de sus poemas.
Su timidez, su rubor le impide publicar si no es a través de este blog que comenzó con modestia y discreción, un romance que comenzó hace más de ocho meses.
Los versos que "mi poeta" ha enviado hoy me han llegado al alma, tal vez los años, tal vez la niebla o simplemente me ha sabido agarrar.




Contar lo que siente un quinceañero
suelo hacerlo con frecuencia,
y evocar puestas de sol y atardeceres
no me cuesta mas allá de cuatro lineas,
pero sentir ese regusto en la meninges,
babear y llorar por las esquinas,
no se hacerlo,
he perdido el manual
lo he perdido con el tiempo.

                                                                          Nicolás

jueves, 17 de enero de 2013

Me echo de menos.

No se que esta pasando por la cabeza de Nicolás, sus poemas llegan a ráfagas y ese es el motivo por el que las entradas en el blog sean tan intermitentes, os pido disculpas, no es habitual ausentarse sin motivo y de pronto aparecer con una batería de versos pero yo no marco el ritmo, solo disfruto con su poesía y esta entrega no tiene desperdicio.
espero que la disfrutéis.

Transcribo.

La quimera de un hombre
que siente nostalgia de sí mismo
era algo impensable para mi hace tiempo
y sin embargo
cuando tuerces la esquina de tu vida
y miras hacia atrás
y no ves nada
¡como echas de menos tu pasado!
¡como te echas de menos a ti mismo!

                                    Nicolás.

Pregúntame

 El poema que hoy me envía Nicolás es intimista de esos que llegan al alma -al menos a la mía- es de esos poemas que independientemente del estado de animo en que me encuentre siempre hacen reflexionar porque ¿quien no ha pensado en como llegar a ser plenamente feliz?, ¿quien no ha querido alguna vez cuando ha llorado a solas la solución a ese no sé qué?

Transcribo.


Si quieres ser feliz,
pregúntame,
hoy te puedo contar
-al cumplir noventa y seis-
el secreto de la fórmula,
los colores de esta pócima,
el sonido de esta citara en mi entierro,
el olor a incienso y a jazmín,
te puedo recitar el poema
que siempre pensaste escribir,
y puedo compartir contigo mis secretos
y escucharte -susurrando- aquello que te ahoga,
que te aprieta en la garganta y que apenas te deja respirar.
Si quieres ser feliz,
vacíate,
y sola, desnuda,
cuando no te queden lágrimas,
y el mundo sea pequeño para ti,
pregúntate,
pregúntame,
¿Estas ahí?-

lunes, 14 de enero de 2013

Esa primera vez.

No se como comenzar esta entrada, en algún lugar no hace mucho leí que hay que empezar por el principio y es lo que haré.
Como ya sabéis Nicolás sigue mandando poemas y hoy al abrir el correo como otros muchos días había un mensaje suyo. Mi sorpresa ha sido que me envía un poema que no le pertenece, no hace referencia a la fecha de la estrofa y al leerlo he recordado unos versos que publiqué con el titulo de mon petite amour que si eran de su autoría e iban dirigidos a su hija que por aquel entonces era tan solo un bebé, el poema estaba fechado en 1979.
Os copio el mensaje.






He robado a mi hija este poema y lo transcribo. No me siento ni bien ni mal, solamente disfruto con esta quinceañera, que para mi es dios.
                             Nicolás

"Cabalgar con este potro desbocado
y sentir sus crines en mis nalgas
en la décima parte de un suspiro
queda muy lejos del sueño que yo tuve,
y que hoy no se ha cumplido.
Un hombre, este hombre,
mi primer hombre,
¿donde esta mi amor, mi amigo?.
                                                  Leticia


Un Bolero

 Si Nicolás ademas de poeta hiciera música con este poema tendria la letra de un bolero.




Me pides que te diga que te quiero
y no sabes vivir fuera de tí,
tu vida es un bolero aunque te pese,
la mia es una milonga y aún así,
no quiero engañarte mientras duermes.
Solo quiero sentirte acurrucada,
ajena al tiempo y al desdén.
mi vida te es ajena,
no lo olvides,
Mi vida solo es mia,
ya lo ves.
Mi vida es una sarta de mentiras,
mi vida es un loco carrusel.

                                         Nicolás.

viernes, 11 de enero de 2013

El juego de nunca jamás

Hoy solo transcribo este poema de los dos que me ha enviado Nicolás.




Mi vida está llena de medias verdades
y soy incapaz de contar las medias mentiras.
Tu vida está llena de medias mentiras
y no eres capaz de contar ni una sola verdad.
Nuestra vida está llena de medias historias,
y ahora que el tiempo se agota
y apenas nos queda un suspiro,
¿porqué no jugamos al juego
de ser mas sinceros?
¿porqué no jugamos al juego
de nunca jamás?
                                         Nicolas

jueves, 10 de enero de 2013

solo si quieres

Si quieres ajustar cuentas con la vida,
no me llames,
si quieres redimirte,
yo no existo,
si quieres seducirme,
ya estoy muerto.
y
si quieres sentir algo,
llámame.
Por favor, de madrugada,
casi al alba,
cuando apenas tenga rabia,
Rosebud.


                            Nicolás

Mi epitafio


En este recién estrenado año, Nicolás me envía poemas un día si y otro no, su estado anímico varía de un poema a otro, a veces trágico otras irónico sigue siendo el mismo poeta que escribió hace mas de treinta años esos versos que encontré en el contenedor y que me cautivaron.


Ahora que cumplo ciento seis,
comienzo a mirar el pasado con nostalgia.
No guardo rencores,
ni quiero olvidarme de nadie en mi epitafio.
Solo quiero citar,
en forma breve,
a aquellos que amé alguna vez,
es decir,
a nadie.
¿Que esperás, verte en la lista?
No seas boludo, ché.

domingo, 6 de enero de 2013

Cómplice y no verdugo.

Ha terminado un año, y otro comienza, terminó el año en que encontré la carpeta de Nicolás, es como si la aventura hubiera llegado a su fin, aunque sigo sin saber como llegaron todos estos escritos que tanto me han llenado en estos meses al contenedor donde los encontré. Y comienza otra añada, mi mente ha hecho una linea perpendicular sobre un plano en el transcurso del tiempo.Últimamente solo copio lo que él manda a través del correo y no indago en su vida, en sus amigos, en su forma de pensar como solía hacer al principio de este romance, ¿por que?, no me atrevo, ahora si tengo la sensación de invadir su intimidad.

Os dejo con uno de los últimos. 


Solo puedo contarte lo que se
y no me resulta fácil transcribirlo.
Solo puedo soñar de madrugada
y a veces no me acuesto.
Solo puedo decirte lo que siento
si eres cómplice y no verdugo.
Solo puedo sentir
si tu me sientes.
Solo puedo amar si alguien me ama,
mejor tú,
si es que te encuentro,
mejor tú,
mejor los dos,
solos,
como siempre. 

                                 Nicolás.

miércoles, 2 de enero de 2013

Déjame contarte.

Este poema lo he recibido el día 1 de Enero, se percibe un toque de nostalgia por el paso de los años, algo habitual en estas fechas en las que todos -o casi todos- miramos hacia atrás y hacemos balance de nuestra vida para comenzar con los nuevos propósitos que rara vez cumplimos.

Déjame, por favor, que acaricie
el suave terciopelo de esta noche,
y te diga sin rubor que soy feliz.
Déjame contarte, una vez más, que detrás de este montón
de huellas en mi cara,
hay cien años de vida y frenesí.
Déjame contarte, por favor,
que no estoy loco,
que una noche cené con Aristóteles
con Pink Floid
y con Marlene.