Compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así notas para nada escrito con letra firme y subrayado NOTAS PARA NADA.
Bienvenida
Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.
Ya reconocí hace tiempo que soy una inexperta, una aprendiz en esto de leer poesía, que gracias a Nicolás estoy descubriendo un mundo para mí hasta ahora escondido. Un poema es como una explosión, la imagen de un instante, es como una fotografía o como un lienzo que cuando lo miras te contagia y te transporta. Hoy nuestro poeta lo consigue, es capaz de trasladarnos a un ambiente cotidiano de una historia de amor y desamor. Transcribo:
Esa mujer que vive en una isla repleta de sol y de familia, ese hombre que cruza cada noche el portal de su casa cabizbajo, ese tálamo que ahora sólo es lecho, esa mujer que lee poesía a escondidas, ese hombre que no distingue el día de la noche, ese álbum de fotos, esa sonrisa. Nicolás.
Hoy Nicolás hace un guiño a La Fontaine y a Esopo, con las fábulas del roble y el junco, la de las uvas y la zorra. Fábulas y relatos inocentes que en la mano de Nicolás se pueden transformar en realistas y crueles. El poema de hoy nos muestra un Nicolás en estado puro, descarnado. Transcribo:
Me gustaría algún día, hoy , por ejemplo
contaros historias de personas que andan erguidas, de sujetos que alcanzan el zénit, de ser junco y no roble, de ser uva y no zorra, de ser rico y no pobre, me gustaría gustarme y no aborreceros, me gustaría gustaros y no aborrecerme, pero el mundo es así... Sólo soy, si es que soy, el que pongo en papel vuestras quejas, el que calienta vuestras tibias conciencias, el arcano de vuestra indolencia. Nicolás
Hoy he disfrutado un momento de tristeza. Dicho así parece una incongruencia, pero es que ¿acaso solo se disfruta de la felicidad? Hoy puedo contar que es uno de esos días en los que te das cuenta que "la tristeza" también es bella, es profunda, es noche, es oscura. Después de leer el poema que envía Nicolás, me digo: Nicolás está triste, ¿Que le pasa a Nicolás?... Transcribo:
Camino cabizbajo por esta calle sin fin que es la vida, con ese dolor en la boca del estómago que te produce el recuerdo de los errores cometidos, y la mochila vacía de ilusiones. Camino con ese andar cansino que da la indolencia y la apatía, a la espera de nada y de nadie. Camino sin rumbo, a la deriva, camino solo, triste, camino. Nicolás.