Respuesta y sorpresa

He recibido un comentario de una lectora ocasional que podéis ver en la  entrada de "diciembre 76" y quiero hacer pública mi respuesta ya que los acontecimientos surgidos ayer son sorprendentes.
Respuesta:
Inicialmente yo tenia las mismas dudas que tù pero pensé que si alguien no quiere exponer sus intimidades no las deja encima de un contenedor. Además también pensé, en su día, que merecía la pena compartir la belleza de estos textos con más personas. Ahora bien, fíjate que casualidad que ayer he recibido un correo, de quien dice ser el autor (por las pruebas que me ha aportado evidentemente lo es, ya que me ha remitido el poema que transcribo con su autorización y que clamente corresponde con el estilo de los anteriores), censurándome por una parte la publicación, por otra parte muy sorprendido de como han llegado a mi poder pero también reconociendo que tiene un cierto regusto de ver que sus escritos de hace mas de treinta años le interesan a alguien. Por indicación suya no puedo publicar su correo, que es escueto pero explícito y él ha quedado en que reflexionara sobre si me deja seguir publicando sus textos o por el contrario debo suspender este blog.
Como ves amiga Telma las cosas son mas difíciles de lo que parecen. Lamento que no sigas leyéndome.


Poema de Nicolás:

Me siento y me dispongo,
envaino la espada y acometo
la ardua tarea de contarte
que a veces -o nunca- inspiraste mis poemas,
mis torpes baladas de agonía,
y hoy sin embargo, al contrario,
sobrecoges mi alma,
me amenazas,
eres ¡por fin!, mi diosa,
mi musa
mi medusa que todo lo envuelves
te siento -borracho y cuerdo- circundando mi espíritu,
invadiendo mi vida.
¡Cuanto tiempo has tardado en convertirte!
en los ojos que apoyan mis vigilias,
pero al fin, ya llegaste,
y aunque solo traspases
el umbral por esta noche,
el olimpo te recibe, te deifica,
eres diosa por siempre entre las vivas.

El árbol

Inmersa ya en la vida cotidiana, dejando atrás 
los paseos por la playa, las puestas de sol en el cabo, cargando con mi ordenador y la manoseada carpeta de "notas para nada" he de contar que las reflexiones que atiborran mi sesera es  material suficiente para una pequeña entrada en el blog, que lo tengo raquítico al pobre.
Os cuento...
Esta historia de la carpeta que comenzó como ya sabéis a finales de mayo, tuvo un arranque en el que únicamente pretendía transcribir los textos encontrados y así fue hasta que en julio y agosto todo se complicó con los correos que recibí, la aparición de Eduardo, las noticias sobre Sara Molina, la fotografía de Nicolás y sus amigos de lo época.
Pues bien, ahora que me encuentro en mi lugar habitual, todo esto me parece una alucinación, es como ese amor de verano que al llegar el otoño parece solo un sueño, pero no, la carpeta esta aquí, Eduardo intenta localizar a Nicolás y yo un poco-mucho agarrotada sin saber que pasará.

Os dejo otro bello poema de Nicolás.

A TI ARBOL
Te podan tus tiernos brazos
cuando apenas aflora 
la savia a
tu garganta,
y dejas que esculpan
corazones y flechas en tu lomo
quinceañeros de mierda.

Y sin embargo,
resistes el envite
de tanta lluvia y sol y 
viento y nieve
en noches indecisas de rocío,
e inspiras poemas junto al río
a poetas exilados 
que caminan cabizbajos a tu vera.

Y tu árbol,
-eterno árbol-,
ciprés,
olmo
roble 
olivo,
te ríes impasible
y lloras lágrimas 
de almendro en flor
en primavera,
porque sabes de todos
nuestras penas
y aunque quisieras,
siempre seras mudo testigo.

Mujer tienes que amar

 Estoy expectante porque ya acaba el mes de agosto y con él finalizan las vacaciones de Javier y especialmente las de Eduardo.
Creo que el mes de septiembre va a estar lleno de noticias, Eduardo me comentó que a la vuelta de sus días de descanso intentaría localizar a través de terceros a Nicolás y después de tres meses largos e intensos de leer, releer y a veces memorizar sus poemas y relatos no sé qué podría preguntarle, no sé si, esta aventura del blog le agradará, si tiene respuestas a todos los interrogantes que bullen en mi cabeza como, ¿por qué sus escritos estaban en un contenedor?, ¿quién los tiro?, ¿que relación tenia con Sara Molina?, ¿por qué estaban los escritos en esa carpeta?, ¿quién era Justino?, ¿por qué esa amargura en sus poemas?, ¿seguirá escribiendo?, mil cuestiones que esperan respuestas. 

A continuación transcribo otro poema de Nicolás, no tiene titulo pero en mi fantasía bien podría estar dirigido a Sara Molina.

El tiempo, compañero infatigable donde vayas,

quiso hacerte olvidar

el no se qué

y no pudo.

Pero no llores, porque nunca supiste

-ni sabrás-

que tienes que olvidar,

y -al fin- que más da

si la piel que te tocas

es la tuya.

Mujer, tienes que aprender

a querer fuera de ti,

de tu mundo,

de tu nausea vital,

tienes que encontrar el

encanto del

sol una mañana

de los labios en tus labios

tienes que saber vivir a flor de piel,

que sientes el tacto de

tu tacto,

oler el aliento de una flor,

buscar los paraísos no

mas allá del

alcohol.

Mujer tienes que amar.

La boda de Jorge.

A continuación transcribo los últimos escritos que hay sobre Jorge, este personaje tan peculiar, hipocondríaco, enamorado del amor, irreverente y a la vez tan familiar. Creo que tiene algo de biográfico ya que en algunas frases de nuestro querido Nicolás se advierte algún que otro guiño con pronombres personales.

...Jorge encendió, un nuevo cigarro, arrojo el humo hacia el techo y salio del despacho.

Tres años mas tarde conseguirían la revisión de su caso y su readmisión en la Universidad. Pero para Jorge habían pasado tres largos años y las cosas jamás fueron igual que antes.

Jorge se casó a las 7 de la tarde. Llovía mucho. Era Mayo. Ella se presento en la iglesia con una corona de flores silvestres en la cabeza. Estaba preciosa. Jorge llevaba media hora esperando, como siempre, Jorge siempre esperaba en las citas. Legaba el primero. Quince minutos de seguridad y quince minutos que calculaba mal el desplazamiento, tenia complejo de andar muy despacio y en realidad galopaba. Alba estaba preciosa. Llego él en un viejo Bugatti negro, conducido par su tío Alberto. El tio mas liberal que tenia. Con sus cuarenta y cinco años, algo grueso, su traje de rayas, pero sin corbata, eso sí, tenia todo el aspecto de "capo" siciliano. Cuando bajo del vehículo, Jorge , metió con generosidad ambos pies en un charco. No se entero.

Abrió la botella de ginebra que llevaba con él y brindó:

¡¡SALUD!!

Allí estaban casi todos. En aquel descampado mojándose, en la puerta de aquella ignorada ermita que tenían que abrirse las puertas hacia fuera, pues de hacerlo hacia adentro tropezarían con los reclinatorios.

Estaban casi todos los que él quisiera que estuviesen. Pero algunos faltaban. Siempre falta alguien. Su amigo Carlos le regalo un disco de Bob Dylan. Un beso ¡Carlos esta aquí!. Y tú. Y tú. Jorge se vio envuelto en la espiral de besos, y tragos de ginebra y su madre, -¡Por favor Jorge, comportate!, y más besos, y su amiga la pequeñita que había venido en la Vespa desde lejos , sin carné, te quiero, os quiero. Y estaba empapado, Y seguía lloviendo. Y su tío Alberto: - toma Jorge enciende este puro-.

Alguien puso el cassette del coche, y sonaban las cuatro estaciones de Vivaldi, aquello era increíble.

Nunca pensé, Jorge que te casaras por la iglesia y con traje.
-¡vete a la mierda, folclórica de los cojones!-

A Jorge empezaba a dolerle el estomago, su estomago tan castigado. Bebió un trago de ginebra. Desde el punto y aparte anterior se supone paréntesis.

Seguimos,

-Venga Jorge, corre, ese es el coche en el que viene Alba.

Ya voy, ya voy, mamá.

Jorge tardó seis segundos y tres décimas en desplazarse desde donde estaba hasta abrir la puerta del coche -no sé que marca y no recuerdo el color- lo que si recordó fue "el día en que su padre le llevo a conocer el hielo", porque ¡que coño! él no tenia nada que envidiar a Aureliano Buendia, y aquella tarde que con un tirador -hecho con gomas de neumáticos- mató a una gallina, y se presento el dueño y salió mi padre, y -me extraña que mi hijo-, -¡ah coño! Es Vd, no lo había conocido, bueno no pasa nada. Y el conocido del padre de Jorge era guardia civil y mi padre ya sabes, -la última vez que sacas el tirador-, y Jorge recordó, a Obdulia que era la vecina maciza que se desnudaba los martes a las dos, y el día que manchó el abrigo de pintura verde, y cuando saco matricula de honor, y cuando se sorprendió con el pene erecto, y cuando su padre compró la tele, y el 4L blanco, cuando tocó la primera teta y paseó timidamente agarrado de la mano, temblandole las piernas, con ganas de mear, y de que lleguen las diez, y vamos para casa. Y al día siguiente, ¡que asco! ¡el primer asco! Todos ya habían tocado tetas.

Y Jorge, dio el último trago de su botella de ginebra y abrió la puerta del coche y salió Alba, preciosa, con su corona de flores silvestres, riendo, y Jorge piensa mientras se acerca, la beso, o no la beso, y la besa, está lo suficientemente ciego, para amarla en publico. Te quiero.
 A ella.
 Mi amor.
 Su amor.

Jorge soñó.

Hoy no tengo mucho que contar, mis correos con Javier están algo parados por motivo de sus vacaciones.

Me limito a transcribir la continuación del relato de Jorge y, como se puede constatar el estilo de redacción es muy diferente al utilizado en el cuento de Gustavo.

...

Jorge soñó.

El rector de la Universidad de Salamanca, esperaba sentado la entrada de Jorge en su despacho. Disimulaba, como estúpidamente se disimula con cualquier lectura, cuando se esta esperando a alguien. Entró Jorge, como siempre entraba en los sitios, con cara de despistado, tropezándose y sin pedir permiso, porque pensaba que en el único sitio donde debía pedir permiso para entrar era en casa de dios, y hasta entonces no se le había presentado la oportunidad.

-adelante Sr. Calle, sientese.

Jorge miró hacia atrás instintivamente, no se sintió identificado con ese "Sr. Calle" era la primera vez que le llamaban así, respondía a los apelativos de Jorge, Jorgito, hijo mio, tío bueno, Calle, nervioso, el listo este, el gitano, el de la maquina de bolas, y un sinfín de ellos más.

Avanzó timidamente y se sentó.

-Sr Calle, de la conversación que sostenga con Vd. ahora dependerá que siga estudiando en esta Universidad o tenga que trasladarse a otro distrito universitario, en el mejor de los casos, o abandonar los estudios tal vez.

Jorge con sus dieciocho años no había pensado mucho que pudiera haber conversaciones tan trascendentes, ni siquiera en aquel momento tenia conciencia de ello. Para él aquella conversación, representaba la lucha establecida contra el poder establecido, la lucha como fin no como medio. No estaba dispuesto a transigir. Pasaron fugazmente por su cabeza las imagenes de su sacrificado padre, que quería redimir en su hijo sus frustraciones profesionales, la beca que con seguridad perdería, Marisa su amiga la del novio en Santander, que pagaba con él su furor uterino, sus partidas de cartas con las que conseguía vivir pues nadie podía pensar que con las ochocientas pesetas al mes que la daban sus padres, se podía hacer nada del otro mundo.

Se acordó de su amigo Jaime con quien estudiaba casi todas las noches hasta las cinco de la madrugada -y a las ocho arriba-oyendo radio Luxemburgo..

-Sr. Calle, supongo que sera usted consciente de la gravedad de todas las acusaciones que pesan sobre Ud, y que la recopilación de todos los informes que he recibido de varios catedráticos profesores suyos.

Jorge saco su paquete de Celtas y encendió un cigarro. Permaneció callado. No le gustaban los diálogos. Prefería escuchar con paciencia, luego soltar su discurso y no dar opción a replica. Por eso a pesar que el Sr. Castro, así se llamaba el Rector, parecía darle entrada al dialogo, él siguió callado.

-El colmo ha sido, ese texto del tablón de anuncios, que además ha tenido Vd. la osadía de firmar.

Jorge pensó que a dar la cara y no comportarse como las ratas, le daban el calificativo de osado, estaba seguro que de no haber firmado le hubieran soltado la frase de "escondido en el más cobarde de los anonimatos...etc". Allá ellos.

-Bien Sr. Calle, he estado repasando su expediente académico y -salvo su conducta- es de lo mas brillante, no entiendo como puede Vd. mantener una postura así truncando con ella un brillante porvenir profesional que...

Jorge ya no escuchaba, se daba cuenta que no era un problema de diálogo, ni de escala de valores -que él por otra parte apenas tenía- el asunto es el planteamiento vital, cuestionarse la existencia, el modelo de sociedad y no estaba dispuesto a asumir todo el montaje existente. Sabia que no le iban a dejar opinar, por eso había decidido actuar.

...Vd. es muy joven y puede ser un excelente abogado. El país está necesitado de jóvenes preparados que puedan ser la clase dirigente dentro de treinta años, jóvenes que luchen por lograr un próspero bienestar social...

-Creo Sr.Castro que Vd. No ha leído ese texto del tablón firmado por mí y que lo califica de no se qué y si lo ha hecho no lo ha entendido. Me voy a permitir recordárselo.

En ese momento para Jorge había sido un asunto visceral interrumpir al Rector, había llegado al limite de su paciencia y a modo de declaración de principios, como la vía mas tajante de significarse le repitió lo que él había titulado:

MANIFIESTO PARA BEDELES, RECTORES, AUXILIARES ADMINISTRATIVOS DE SECRETARIA, CLAUSTRO EN PLENO Y DEMÁS PRÓCERES BIENEFACTORES DE MI EDUCACION Y SALVAGUARDA DE MI ALMA

Ó

VARIACIONES DEL MAMBO Nº 8 CON MELOTRÓN, ÓBOE Y CLAVICORDIO.

(continúa)

 

1º.-Déjenme en paz

2º.-Como estoy seguro que no van hacerlo, sean asépticos, porque estoy aburrido de  publicidad subliminal, doctrinarios de pacotilla y de lo de la séptima potencia industrial.
3º-Como también estoy seguro que van a ser incapaces de lo anterior, al menos compensen al sufrido alumnado con la amortización de válvulas de escape, a saber:
        a) Tirar las colillas al suelo
        b) Hacer los examenes con bolígrafos de colores
        c)Ligar, sin miedo a represalias con la hija del bedel de los seminarios, que nadie tiene la culpa que esté tan buena y sea algo puta.
       d)Exigir como uniforme oficial y única vestimenta de la camareras de la cafetería una pamela y unos calcetines blancos hasta medio muslo, para solaz de los ulcerosos, barbilampiños, octogenarios, homosexuales y demás catárticos que coexisten en este digno Centro.
        e)Aprobar a la mitad de los alumnos por sorteo ante notario, como prueba fehaciente de la existencia del azar.
        f)Poner a libre disposición de los miembros y simpatizantes del Partido Comunista de España, la fotocopiadora de Secretaría, que hay que ver el dinero que se gastan esos pobres chavales en imprentas que se aprovechan de la juerga.
        g) Incluir en la biblioteca textos de Joyce, Beckett, Garcia Calvo, Ionesco, Borges ( en la cabina telefónica encontraran la lista completa), que ya está bien que en los últimos 6 meses solo han incorporado un texto y además para mayor guasa y regodeo de Pedro de Lorenzo.
-¿Que tiene Vd. Contra Pedro de Lorenzo?
-No me interrumpa, que aún no he terminado y menos con preguntas provocativas como esa.
4º.-Que se permita en Secretaría, la fotografía de la primera comunión para el carné de estudiante.
5º.-Viva Checoslovaquia libre.
6º.-Y yo. Salud.

 
            Fdo. Jorge Calle.

Jorge encendió, un nuevo cigarro, arrojo el humo hacia el techo y salio del despacho. 
(Continúa)

Jorge.

Hoy continuo con otro relato inacabado de Nicolás, la continuación de la historia de Jorge en la entrada del "actor".

¡Como me hubiera gustado leer el final de todos estos relatos!, no sé si realmente tuvieron un final o, si solo consumaron en su mente.

...Aquel día -un cuatro de Enero- le dieron el alta a Jorge a su casa a morirse.

-No llegara a primavera-

En la sala de visitas, esperaban a Jorge su mujer y su hija.

¡hola mis mujeres!

Sus mujeres eran un encanto. Las había querido siempre, mucho, más que a nadie.

Supieron ser las compañeras de un desequilibrado. No era fácil. Tampoco para él. Jorge había amado en silencio a muchas mujeres, mujeres de carteleras de cine, de parada de autobús, de cola del pan, de cualquiera que le mirase con ojos cariñosos cuando estaba borracho, pero sus mujeres eran sus mujeres. Dos. Las adoraba.

-¡Por fin esta noche cenamos los tres en casa!

Jorge su puso a llorar. Le podía toda esta historia. ¡que asco!.

Aquella noche, fue una noche loca. -dos años encerrado en aquel hospital era mucho tiempo-. Estuvieron bailando hasta el amanecer, mas que bailando, viviendo, llorando, amando, y todos los gerundios eróticos y exóticos del mundo.

Terminaron la crápula , como siempre, con churros y aguardiente.

Al amanecer durmieron Jorge y ella envueltos en nebulosas de alcohol y besos, acariciando él sus buscados pezones de largas noches de insomnio de hospital y ella retorciendose a un cuerpo esquelético que se aferraba a la vida y no sabia luchar contra la muerte, que mas daba, hoy estoy, mañana dios dirá. Y se amaron durante horas, él con su asquerosa tos y sus vómitos de sangre y ella con sangre en los ojos, de tanto llorar, por aquella parte suya que se iba y no podía detener y al final se durmieron.

Jorge soñó.

(continuará)

El sitio de Sara

Hace ya días que no dedico una entrada para Sara Molina y, no es que me haya olvidado de ella sino todo lo contrario, desde que Eduardo me hablo de su vida y su final, me conmueve haber sido yo la que encontrara sus cartas, esas cartas tan llenas de tristeza, rabia y deseos de prescindir de todo ese mundo que acabo con ella.

Al igual que intenté documentarme sobre las grafologías de los escritos, ahora trato de averiguar cómo, porqué, dónde, cuándo, una adolescente con interés por la pintura y la escritura no fue capaz de salir de ese tortuoso mundo.

Después de leer y leer sobre el tema NO he llegado a ninguna conclusión, es un tema del que hay mucha información y en toda hay un único hilo conductor AYUDA.

Transcribo una de las ultimas cartas de Sara lo que no quiere decir que no sigamos hablando de ella.

Ese mundo que creamos él y yo y no para nosotros,
Las ilusiones se han ido perdiendo,
mañana iremos a ese sitio, EL SITIO, hace mucho fue allí, donde de una forma imaginamos y consagramos nuestras mentes, no sentimos el sonido real de esa montaña,
ni notamos la altitud que tanto nos eleva.
Aún amo mucho, a pesar de todos los malos minutos tengo esperanza, esperanza al menos en reconocer la realidad.
Usaré todas las armas que poseo y te digo que de hoy a Septiembre de este año reconocerás a la persona soñadora, con ilusiones, a esa persona que lucha a la que ama tanto sin darse cuenta, vas a ver a esa persona que tu conoces.
Espero poder conseguirlo, si no lo hago olvidaré todos los minutos, creo estar en posesión de la razón.
Sin ideas claras ninguno somos nada.
Si leo otra vez está carta creo que no la mandaré, después de escribir lo que siento me suena hasta ridículo.
Os ama.
 Sara 

-escribeme- lo necesito.

El actor - Historia de Jorge

Seguimos con la fotografía.

Al lado de nuestro ya familiar Nicolás, se encuentra Julio Alfonso con una camisa oscura, creo que negra, de estatura más bien baja y con aspecto atlético. Según me cuenta Eduardo era hiperactivo, apabullaba dialecticamente y militiba en el PCE ( Partido Comunista de España) aún no legalizado por aquel entonces, siempre iba acompañado de su perro, Julio Alfonso estudió filosofía, era muy buen actor y su culto al cuerpo venía determinado porque al parecer aplicaba el metodo Stanislavski para actores (el que se utilizaba en el Actor's Studio de New York).

Representaba "El informe para una Academia" de Kafka en escenarios que le habilitaban en pubs, esta obra la interpretó por primera vez en España José Luis Gomez y, la verdad es, que en la imagen de la fotografía Julio A. tiene un cierto parecido con el reconocido actor.

Y, finalizo con la descripción de las personas que aparecen en la fotografía.

Tengo una clara intuición de cómo era el grupo con el que se relacionaba Nicolás, vivían la atmósfera  de libertad  que comenzaba a respirarse al final de la dictadura y tras la muerte del general Franco (20 de noviembre de 1975) y en aquella época con la desaparición de la censura les abrió las puertas a publicaciones prohibidas y editadas en el extranjero, igual ocurriría con la música, el cine y todo lo relacionado con la cultura. Claramente era un grupo de progres de la época que respiraban el aire de libertad recién inagurada.


 Os trancribo parte de otra novela inacabada de Nicolás.

 Cuando Jorge agonizaba en un Hospital de Madrid de una tuberculosis imparable tenía en su gesto la misma sonrisa sardónica de siempre. Fumaba, fumaba mucho, sabía que su proceso era irreversible y de nada había de servirle ser un buen enfermo. Cuando tenía veintisiete años  había oído en Buero Vallejo -que no era santo de su devoción- que lo importante en la vida era morir habiendo sido consecuente consigo mismo. Aquello era difícil, pero en la medida de lo posible lo intentaba. De cualquier forma no dejaba de ser paradójico que lo importante en la vida fuese como morías. Aquello no encajaba con su tímido altruismo, pero realmente tampoco se puede exigir ser siempre congruente.
Treinta y siete años. No era mala edad para morir. Recordó un poema de Aníbal Nuñez.-TIENEN PREVISTOS TODOS NUESTROS MOVIMIENTOS- y  Jorge hacía mucho tiempo que lo había asumido.
Le hubiera gustado encontrar a un Lara cualquiera, que le editara sus memorias pues estaba convencido que podían ser un asqueroso Best-seller. Al fín y al cabo la gente es morbosa y le encanta leer las intimidades de los demás. Paga dinero por ello. Y el gilipollas del autor se queda en bragas ante el pipol - Bueno, algún inconveniente debe tener ser mitómano.
Aquel día -un cuatro de Enero- le dieron el alta a Jorge, a su casa, a morirse. 
(Continua...)