Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Amores inmaduros.

 Después de leer el poema que hoy envía Nicolás para seguir completando la vieja carpeta de "Notas para nada" me ha asaltado una duda, ¿el amor cambia de estadio? creo que evidentemente si.
Esas etapas tan manidas como el flechazo, esa especie de radar que envía y recibe señales incluso antes de hablar con la persona con la que más tarde sentiremos una especie de química que hace que  nuestro cerebro genere una secreción de  dopamina, que por sus efectos se parecen a las "anfetaminas", las cuales producen un estado de euforia natural y una pasión desmedida.
 Después de la pasión llega la calma y  el cerebro deja de segregar dopamina para segregar endomorfinas, estas nos dan calma y seguridad.
Pero, ¿cuánto dura el amor? los hindúes creen que nunca habrá en una vida el tiempo necesario para conocer íntimamente a su pareja. Siempre se podrá innovar y descubrir secretos, si hay voluntad.

Transcribo:


Me gustan los amores inmaduros,
la pasión incontrolada y
el deseo mas allá de lo prohibido,
no tener que perdonarte
y gozar lo que has vivido.
Adoro el carmín
en mi camisa al levantarme
y tu aroma en la nariz
hasta sangrarme.
No puedo vivir
sin el deseo irrefrenable
de quedar contigo cada día,
para jugar,
hablar,
reír,
llorar
y volver a empezar
a mentirnos,
a adorarnos,
a querernos,
a decirnos esas cosas que nos duelen,
a leernos el futuro en
nuestras manos,
a repetir promesas incumplidas,
a jurar en vano.
Y a pesar de los pesares,
me siguen gustando
los amores inmaduros,
me sigue gustando
la libertad que a mi mismo
me concedo,
me siguen gustando los poetas,
la absenta
y el jolgorio,
me sigues gustando tú
y yo te adoro.
                                      Nicolás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario