Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

viernes, 7 de septiembre de 2012

El talego


Os cuento,
Nicolás quiere que le escanee todos los escritos que hay aún sin publicar para decidir si se publican o no, me cuenta que esta indagando el porqué y quien depositó la dichosa carpeta en el dichoso contenedor aunque ya tiene una ligera idea de como ocurrió todo y  en el momento que lo confirme me contará como llego al contenedor.
He de admitir mi ignorancia en lo que se refiere a legalidad en esto de publicar escritos de terceros reconociendo su autoría en los blogs, he rastreado toda la información que he sido capaz de encontrar y encuentro muchas imprecisiones respecto al tema, por un lado y estoy completamente de acuerdo en que hay que tener un esmerado cuidado con todo lo relacionado al honor e intimidad pero ¿que ocurre con el derecho constitucional de la libertad de expresión?.
No he insultado, no he injuriado, no he difamado...
Si abogados de Facebook y de una institución defensora de los derechos civiles pidieron que declarasen que hacer clic en "Me gusta" en las redes sociales se considera libertad de expresión ¿por qué no puedo decir yo que esos poemas que encontré me parecen buena literatura?

Mi queridisimo censurador me ha permitido que publique el último manuscrito sobre Jorge por estar la historia ya publicada.
Espero que os guste y seguiré pidiendo permiso para continuar con mi blog.


 Cuando nació, nadie hubiera dado un duro por él, fue un parto difícil, en la vieja casa de sus abuelos, su madre se debatía entre la vida y la muerte, allí estaba el abuelo con su pinta de mafioso, la dulce abuela, su tía la viuda, la hermana pequeña de su madre, la que años mas tarde le pellizcaría cada vez que lo veía, y como no, Don Domingo el medico de toda la vida, al que había ido a buscar su abuelo con el viejo Ford de la Segunda Guerra Mundial, de los que nos mandaron los americanos, para compensarnos de la no inclusión en el Plan Marshall, había recorrido doce kilómetros en una carretera de mierda, una fría madrugada de Enero, porque su hija se desangraba. Y allí estaban todos pensando en salvar a la madre, con tantas hemorragias que tenia, y que le dieran por culo al niño, que ya se hará otro, que lo importante ahora es la madre. Y la madre estaba encharcada en sangre y se acordaba de su marido que no estaba, que estaba lejos ajeno a esta madrugada de dolor y de rabia. Así nació Jorge. Seis kilos y medio. Un monstruo. Siempre le colgaron el sambenito de niño enfermizo. Y sin embargo sobrevivió a dos neumonías, un principio de tuberculosis, una fiebre tifoidea, veintitrés arrestos en comisaria, arrestos de los de antes, de los de la bañera, patadas en los huevos y similares y tres fugas de El Puerto de Santa María, El Dueso y Ocaña. Ahora con treinta y dos años Jorge estaba hecho un asquito.
Hacia quince días que había salido en libertad, después de chuparse a pulso siete años de talego. Habían sido siete años de lenta agonía, que Jorge había empleado en leer mas de mil libros de temas tan variados como astrofísica, mecánica cuántica, las obras completas de Leibnitz, o a John Milton. Cuando salió, Jorge se fue a vivir a Santander, había elegido esta ciudad, porque no la conocía, no conocía a nadie, y no lo vinculaba nada a ella. Llegó un martes, cogió una habitación cutre de una pensión cutre de las traseras del Paseo de Pereda y se fue a comer a la Cigaleña. Con sus trapicheos en la cárcel tenía para vivir holgadamente un par de meses. Armó un pifostio de cojones en la Cigaleña, por que se le antojó beber  una botella de Chateau Laffitte del 45, que tenían como reliquia, y consiguió bebersela aunque le costó un riñón, pero se sintió desagraviado de siete años de vino peleón.
Salió a la calle, paseó, era increíble la sensación de no tener que esconderse, no tener que huir, no tener que dar explicaciones, no nada de nada. No estaba arrepentido de su pasado pero ese amargo regusto del no saber  de que le había servido tanta lucha, asumir tantos riesgos, pasar tanto miedo. Tal vez la vejez prematura que tenía la hacia pensar que nada valía siete años de encierro y de asco. Entro en un bar, sonaba "El águila negra" de María del Mar Bonet. ¡Que recuerdos!
-Una MG con Coca.Cola.
Necesitaba sentir en la boca el sabor de colonia de los cubatas furtivos del talego. Sabia que le iba a ser difícil olvidar todos esos años. Lo malo de la cárcel no es la perdida de libertad, es la intensidad con que se vive, son veinticuatro horas cada día, no existe convivencia mas intensa.

4 comentarios:

  1. Siento mucho que algo que empezo de una manera tan inocente y bonita se este torciendo así. Yo fuí de las primeras en animarte a continuar porque de verdad disfrutaba leyendo lo que publicabas, es decir, lo que él escribía...
    Animo y si al final esto no sale bien, repito lo que ya te dije otra vez, planteate publicar textos tuyos, estoy segura de que tendrías un publico fiel.

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    1. Verdaderamente tienes razón al decir que todo comenzó de manera inocente, no tenia màs intención que compartir lo encontrado porque me parecía de valor, siempre admití que yo no era la autora y..no me arrepiento de haberlo publicado.
      En cuanto a seguir publicando textos mios creo que no tengo el talento que tenéis la mayoría de los que os dedicais a este gran mundo de los blogs.
      Esperaré noticias.

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  2. Espero se solucione todo y de la mejor manera. Es un tema un tanto complicado, aunque vengo recién llegando a tu espacio y voy leyendo, creo que es complejo desde ambas partes.

    Espero de corazón se solucione todo!

    Beso.

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    1. Skaoi, como habrás comprobado mi intención era únicamente la de compartir la carpeta porque me parecía que los textos que contenía merecían la pena, no quería apropiarme de ellos y desde el principio así lo hice saber, dicho esto he de admitir que Nicolás tiene todo el derecho pensar y decidir si puedo seguir publicando.
      Saludos y gracias por pasar por aquí.

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