Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

lunes, 1 de octubre de 2012

El viaje

Tengo una especie de presentimiento, una sensación extraña, la intuición me dice que toda esta historia de la carpeta de "notas para nada" esta llegando a su fin, Nicolás no ha vuelto a comunicarse conmigo, la ultima vez que hablamos fue cuando le pedí que me dijera donde quería que le enviara sus manuscritos ya que era justo que fuera él el que los guardara, también le pedí que me remitiera algún otro poema o cuento que tuviera en su poder para seguir compartiéndolos. No hay respuesta y...yo no me atrevo a seguir presionando.
  A continuación os transcribo otro relato incompleto, no sé si pertenece a Nicolás, esta escrito a maquina sobre un papel amarillento.






Decidió pasar unos días en Santander. Lo decidió de forma súbita, interrumpiendo, sin venir a cuento, la media hora larga que llevaba pensando en su trabajo. No le gustaba lo que hacia, pero tampoco sabia que quería hacer. Estaba mas 
triste que nunca, con esa tristeza que da la insatisfacción, que es una mezcla de angustia y de ganas de llorar. Se sirvió la tercera Beefeater con Coca-cola, empezaba a pensar en la impresionante resaca que tendrá mañana, sabia que después de que se le calentaba la boca era imparable. En fin, se dispuso para una de tantas noches tediosas a la que ya estaba acostumbrada. Puso a Lou Reed, saco de su bolsa un pequeño espejo y comenzó la lenta ceremonia de hacerse una raya de coca. Nerón se acercó y Sonia tembló, mas de dos veces la había desparramado la coca con la costumbre que tenia de soplar encima de la mesa.
-¡Quieto Nerón, a tu sitio!
El cachorro de boxer obedeció, no sin antes propinarla dos lametones en sus muslos.
Con la cuarta copa y la esnifada comenzó a sentirse bien, le había desaparecido la angustia y tenia una gran claridad mental. No esperaría a mañana, esta misma noche saldría de viaje. Se había terminado el disco y puso el Beck-Ola, un viejo disco con portada de Magritte, que le había dejado Carlos en un guateque de fin de año del 71 O 72 y nunca se lo devolvió. Se puso la quinta copa, pensó que le vendría bien la coca-cola si pensaba viajar toda la noche. Fue a su dormitorio y comenzó a hacer la maleta, hoy estamos a martes y volveré el viernes, o sea ropa para cuatro días. Fue a hojear el periódico, Santander estaba con Sur, hace calor, un chubasquero también, después del Sur siempre llueve. Terminó de hacer el breve equipaje y se fue a grabar en el contestador automático.
-Vuelvo el viernes, vendré tarde, no me llaméis hasta el sábado. Si utilizáis el apartamento no me puteéis mucho.
Pensó que debería cambiar la llave de la cerradura, eran por lo menos catorce las copias que tenia repartidas...



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