Ya sabréis que soy únicamente el transmisor de los poemas de Nicolás, y estos últimos meses ha permanecido en silencio, la comunicación con él es muy limitada, no responde a los correos y nuestra relación es unilateral, él envía poemas y yo los transcribo.
Me pregunto a menudo si está sumergido (como casi todos) en este mundo aislado, este mundo en el que prima lo material y hay poco sitio para las cosas del espíritu. Este tiempo en que todo se arrincona a los pocos minutos, la era del Twitter con cientos de mensajes que nos vuelven locos, los Whatsapp que como monos aplicados tratamos de responder tres, cuatro, y hasta diez a la vez. !Pero no!, hoy como muchos días atrás en la bandeja de entrada había correos nuevos de Nicolás.
Transcribo:
SOLEDAD.
Agrio el viento,
tibia la voz que
implora socorro.
Dulce, la dulce armonía que
inane
del náufrago.
Después de la tempestad?
La calma,
el vacío,
la nada.
Sudores,
despertarse angustiado.
Soledad.
Nicolás
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