Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

jueves, 21 de marzo de 2013

Como si de un milagro se tratase

Mi gozo en un pozo.
Nicolás en su mensaje de hoy me cuenta que junto a Eduardo y Javier pensaban venir a visitarme en Semana Santa aprovechando unos días en los que  tenían vacaciones y como decía mi madre el hombre propone y dios dispone porque precisamente en estos días yo tenia un viaje programado desde hace tiempo con mi familia, por lo que es seguramente imposible coincidir con ellos
Me hubiera gustado preguntar todo eso que desde hace meses barrunta en mi cabeza.
 Porqué, quién, consciente o inconscientemente, por rabia, por amor o sencillamente por descuido se depositaron  los escritos de la carpeta de "notas para nada" en el contenedor de papel.
Quiero saber si Nicolás ha seguido escribiendo estos treinta y tantos años que separan los poemas de la capeta y los que envía últimamente a través del correo.
Quiero saber cual es su estrategia cuando se enfrenta al folio en blanco.
En fin...quiero saber.

Transcribo el ultimo poema recibido.


Cuando apagas la luz al acostarte
y te acurrucas solitaria y melancólica,
-una noche más y van quinientas-
recordando el olor de su fragancia
y las suaves caricias en tu espalda,
tienes la certeza de que nunca volverá.
Y cuando despiertas con el pelo ensortijado
y el recuerdo del sueño inacabado,
te sorprendes llorando,
afligida,
con esa rabia que da el sentirse sola,
abandonada.
Y entonces,
como si de un milagro se tratase,
oyes, perpleja,
esa dulce vocecita,
mamá,
¿estás despierta?

Nicolás

No hay comentarios:

Publicar un comentario