Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

martes, 11 de junio de 2013

El viejo que musita en las tabernas

Toda esta historia de la carpeta de "Notas para nada" encontrada en el contenedor hace más de un año, me sedujo, me cautivó, me embrujó e incluso llego a enamorarme si es que te puedes enamorar de una carpeta. Descubrí a un poeta que el azar a querido que vuelva a escribir después de muchos años y me siguen seduciendo esos versos que como un goteo continúan llegando a mi correo.
Transcribo.

El viejo que musita en las tabernas
y quiere conseguir carne fresca con halagos
me recuerda a mi 
cuando era joven
y jugaba a viejo prematuro.
El joven que apuesta por el 
riesgo y la aventura,
y trata con desdén
a sus colegas de vida ordenada
y sin miserias.,
me recuerda al viejo que soy
mal que me pese.
Ambos, no son, no somos
sino el remedo estúpido
de alguien sin  principios,
que sólo aspira a ser feliz
a cualquier precio,
sin importarle el 
quién, el cuándo, el dónde
el cómo, ni el porqué.
Yo, que , aunque no lo creas me conozco,
yo se quien soy.

                                                            Nicolás.

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