Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

lunes, 9 de julio de 2012

La Fotografía

La espera del mensaje de Javier a llegado a su fin, esta mañana al abrir el correo y ver en la bandeja de entrada un correo  y, en el espacio de asunto leí "fotografía de Nicolás", me ha invadido un cierto nerviosismo, una excitación difícil de explicar, he incluso dudado antes de abrirlo.

Os copio y pego el mensaje para posteriormente comentar.


 Hola Rosa, adjunto escaneada la foto de la que le hablé.Hubiera preferido mandársela por correo ordinario para que tuviese mas calidad, pero dada su negativa a facilitarme una dirección postal, lo hago por este método.No entiendo muy bien su deseo de anonimato, dado que yo le estoy dando todo tipo de información, pero sus  razones tendrá... Bien, en la foto que le adjunto se ve de izquierda a derecha las siguientes personas, el primero es Óscar, un bohemio, hijo de un diplomático español en París, el decía que de pequeño se confesaba con el obispo de París. Terminó en un siquiátrico. La segunda era una amiga de él, no recuerdo cómo se llamaba, porque cambiaba mucho de novia. Estaba un poco colgada. El tercero era Alberto, que era pintor y a su lado su mujer, muy guapa pero muy miope. Luego el de la corbata quitada y puesta al cuello era Nicolás. Después Julio Alfonso un actor que interpretaba por entonces "Informe para la Academia" de Kafka,que como era un monólogo lo hacía en bares. En la fila de abajo estamos mi novia y yo y los del grupo que actuaban esa noche. Atrás al fondo al lado del piano está Eduardo un muy buen amigo mío, con el que aún mantengo la amistad y que le he contado la historia y quiere hablar con usted pero por teléfono porque tiene algo muy importante que contarle sobre toda esta historia que le va a dar mucha luz sobre el tema. Pero claro no se si usted está dispuesta a facilitarme el teléfono. Ya me dirá algo. Un saludo. Javier.



Me desconcierta toda esta coincidencia, me confunde e inquieta que ese amigo de Javier llamado Eduardo quiera hablar conmigo por teléfono, no suelo ir dando mi nº de teléfono a desconocidos, no sé, tengo que pensarlo, ya os iré contando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario