Antes de comenzar a comentar el aspecto
de la mujer que Óscar abraza en la fotografía, quiero decir que toda
la información la estoy recibiendo de Javier y sobre todo de
Eduardo, ellos me envían correos e incluso alguna llamada telefónica
aunque estás son menos frecuentes.
La mujer que está situada al lado de
nuestro Ian Anderson particular (Óscar), es una mujer joven, de ojos
algo saltones, pelo castaño, tiene una larguísima melena, sus
facciones son duras y su mandíbula un tanto viril, aun así es
atractiva. Viste un vestido largo oscuro con flores sobre el que
lleva un chaleco que parece hecho a ganchillo, sobre su hombro cuelga
una bandolera de flecos.
Me cuentan que creen que su nombre es
Tatiana o algo semejante, que era más bien callada y las pocas veces
que hablaba sentaba cátedra, su aspecto reflexivo infundía respeto,
siempre llegaba al Blue sola y allí esperaba a veces durante horas a
los demás.
Por aquella época era la novia de Óscar y a todos les extrañaba esta relación.
Os copio otro poema de Nicolás.
De tanto leer "Notas para nada"
estos autores desconocidos comienzan a formar parte de mí.
Este hombre que veis aquí
tan calmo y con barba de dos días
es apenas la sombra del que fué.
Hace años (no muchos) sintióse la
sombra de dios,
el faro de finis-terre
un segundo Mahoma,
Colón.
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