Bienvenida

Bienvenidos a este mi primer blog, notas para nada, en el que únicamente tengo la intención de compartir una carpeta que encontré en el contenedor de papel para reciclar, y decia así -- notas para nada-- escrito con letra firme y subrayado notas para nada, contiene cartas, poemas, cuentos y relatos cortos fechados algunos hace más de treinta y cuatro años. Hay servilletas de bar con poemas, folios medio rotos, posavasos con anotaciones, hojas de cuaderno con relatos cortos, todo un descubrimiento. No sé si esto es legal ya que no soy la propietaria de estos escritos pero después de leerlos creo que todas las emociones y sentimientos volcados en estos papeles, no merecen ser destruidos.

domingo, 22 de julio de 2012

Óscar - Ian Anderson


Quiero hacer un recorrido por los sujetos que aparecen en la fotografía que me envió Javier, no le podré agradecer todo lo que está colaborando en mi búsqueda de datos para conocer más a los autores de la ya tan manoseada carpeta de "notas para nada"-
Hoy nos centraremos en el que esta situado el primero a la izquierda, su nombre es Óscar, aparenta ser mayor que el resto, es alto aunque algo menos que nuestro querido Nicolás, creo que algo rubio, la foto es en blanco y negro y no puedo decirlo con exactitud, tiene una barba bastante poblada, y el pelo hasta los hombros, viste unos pantalones estilo hindú y camisa de cuello Mao, mira directamente a la cámara que le enfocaba con ojos desafiantes, tiene el brazo izquierdo sobre los hombros de una mujer.
Según me informan Óscar es hijo de un diplomático destinado en París, él presumía que cuando vivía en París se confesaba directamente con el obispo, su padre murió cuando él tenía diecisiete o dieciocho años aproximadamente y supuso un verdadero trauma para él. La relación con su madre no fué del todo buena y cuando cumplió dieciocho años se trasladó a Ibiza donde se vivía una libertad inaudita en el resto de España, fue la época de los hippies que tocaban en directo y entre amigos, bailaban hasta el alba, fumaban, experimentaban con el LSD.
Su madre le obligó a regresar.
Tocaba la travesera, y uno de sus ídolos era Ian Anderson de Jethro Tull .



Transcribo otro poema de "notas para nada"


A fin de año que no cesa,
guardando mi dolor en esta esquina
que el viento imperturbable la quebranta,
cansado ya de tanto espasmo, harto de llorar mi llanto,
a la espera de un día, de una fecha,
sintiéndome gaviota y no gacela, te canto

1 comentario:

  1. Nicolás, José Tomás y yo nos deleitamos con Jethro Tull y jugamos a la guerra en un tablero de ajedrez. Nicolás, mas inspirado, por los efectos de la máquina de la muerte del lejía parece Alejandro Magno y arrasa con todo.¡ Otra vez será !. Para mi ya ha llegado el día y antes de partir ya te añoro, amigo mío………….

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